La clínica de TDAH de CentroPCC, cuenta con psicólogos amantes de la psicología, con maestría en terapia cognitivo conductual, pero lo más importante, expertos en el manejo de los síntomas de TDAH en adultos.
Nosotros podemos ayudarte a modificar los hábitos y síntomas que no te permiten alcanzar tus objetivos personales. Además, en caso de ser necesario podemos enviarte a evaluación con otros especialistas, con los cuales, trabajamos en conjunto, para que tengas el tratamiento que tú necesitas.
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) se considera un síndrome de causa relacionada a distintos factores. Es decir, hasta este momento no se ha encontrado exactamente cuál o cuáles son las causas del TDAH en específico.
Durante la adultez, el TDAH suele presentarse en diversas formas.
Desde hace unos años se postuló que un desequilibrio en un tipo de sustancias, llamadas catecolaminas, sería el responsable de la presencia del TDAH.
Se ha propuesto que una baja activación de la dopamina en la región del cíngulo anterior produce déficit cognitivo, mientras que una alta activación de este neurotransmisor a nivel del núcleo caudado, conduce a un exceso de actividad motora.
También se ha señalado que una baja activación de la noradrenalina en la región prefrontal llevaría a un déficit primario de atención, y su alta activación a nivel del locus coeruleus, a un estado de sobrealertamiento.
El TDAH se ha asociada a distintos problemas tanto en la infancia como en la vida adulta.
El TDAH comienza desde la infancia, principalmente antes de los 7 años. Aunque los síntomas pueden ir cambiando con el tiempo, se ha reportado que muchos adultos que tenían dificultades con la atención o comportamiento durante la infancia siguen presentándolas en diferente medida en la edad adulta.
Si presentan 9 o más de los síntomas previamente mencionados, podría deberse a la presencia de TDAH.
Los síntomas del TDAH se pueden confundir con síntomas de otras patologías, aquí te presentamos las patologías con las que pudiera confundirse, pero también qué las haría completamente diferentes para tener un diagnóstico más certero.
Se parecen porque: Falta de concentración, atención y memoria, dificultad en la realización de tareas.
Son diferentes porque en la depresión hay: Estado de ánimo disfórico, anhedonía, alteraciones del sueño y del apetito.
Se parecen porque: Hiperactividad, dificultades con el mantenimiento de la atención y la concentración.
Son diferentes porque en el trastorno bipolar hay: Cambios de humor, disfórico o eufórico, insomnio y delirios.
Se parecen porque: Dificultad para concentrarse.
Son diferentes porque en la ansiedad generalizada hay: Temor y preocupación exagerada; síntomas somáticos de ansiedad.
Se parecen porque: Dificultades con la atención, la concentración y la memoria, cambios de humor.
Son diferentes porque en el abuso de sustancias hay: Patrón patológico de uso de sustancias con consecuencias sociales, fisiológicas y psicológicas.
Se parecen porque: Impulsividad y labilidad afectiva.
Son diferentes porque en estos trastornos hay: Historia de detenciones (personalidad antisocial), comportamiento suicida (límite de la personalidad) y la falta de reconocimiento de que su conducta es contraproducente.
Los psicofármacos utilizados con adultos son los mismos que los empleados con niños. Su función radica en modificar la actividad de los neuroquímicos relacionados con la presencia del TDAH.
Este tipo de tratamiento es fundamental, debido a la necesidad de corregir hábitos, superar o mejorar los síntomas y comorbilidades.
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