La situación actual que se vive respecto a la pandemia del coronavirus puede generar diversas emociones o hacer que se intensifiquen otras, tales como, la tristeza, la ansiedad, el enojo, etc.
El permanecer en casa tiene como función el evitar contagios y que continúe propagándose la enfermedad. Sin embargo muchas de las veces se olvida para qué se está haciendo esto, ya que comienzana tomar mayor relevancia las cosas que no se pueden hacer, de lo que la mayoría se está privando o todo lo que se está perdiendo, lo cual puede traer más emociones tales como miedo, frustración enojo, tristeza, etc.
Sentir tristeza puede ser una emoción normal en la situación actual, ya que hay muchos cambios y pérdidas de rutina, algunos de empleo y también el distanciamiento con los demás. La tristeza tiene la función de reflexionar y ver qué se puede hacer ante la situación que se está enfrentando, si hay posibilidad de recuperar algo de lo perdido o es momento de dejarlo ir.
Ante esta emoción pueden existir pocas ganas de hacer actividades, sin embargo en la medida que haya una adaptación y aceptación al cambio, la intensidad se ira pasando. Aunque, cuando se perciba que este estado de ánimo ha permanecido, con la misma intensidad, durante más de dos semanas y hay poca satisfacción o interés en realizar actividades se podría hablar de una posible depresión.
La depresión puede presentarse por los factores estresantes que se viven ante la pandemia, como el aislamiento, tales como la falta de empleo, problemas económicos, la pérdida de un ser querido o alguien cercano, el cambio de rutina y demás que tienen un impacto emocional en nosotros; además el sentir tristeza por más de 2 semanas nos puede hacer experimentar irritabilidad, culpa, castigo, sentimientos de insatisfacción o fracaso y la frustración de no estar en la rutina cotidiana.
Hablando de manera cognitiva,pueden haber exigencias sobre uno mismo respecto a lo que “deberíamos hacer o ser” ante esta situación, pensamientos negativos sobre la enfermedad, la falta de interés en actividades, poca concentración, ideas pesimistas sobre cuánto tiempo durará esta situación, pérdida de interés en la gente, dificultad para tomar decisiones, así como la generación de pensamientos suicidas. En cuanto a los síntomas conductuales se encuentra un deterioro en la apariencia personal, lentitud en movimientos, facies tristes o poco expresivas, llanto fácil o espontaneo, aislamiento, dormir mucho o dormir poco, despertarse por las noches y no poder conciliar el sueño, comer de más o no comer, entre otros.
Los síntomas físicos y fisiológicos pueden ser jaquecas, cefaleas, problemas digestivos, dolor crónico que no responden a tratamiento médico, pérdida del interés sexual, mareos, entre otros. Por lo anterior es muy importante que prestes atención a tu estado de ánimo y a los síntomas y al tiempo que se han estado presentado, para que en caso de ser necesario acudas con algún médico o a algún servicio de salud mental.
Aquí se exponen algunas sugerencias para mejorar el estado de ánimo:
• Recuerda el propósito del aislamiento, ya que es un método que puede ayudar a cuidar de ti y tus seres queridos.
• Afronta las principales preocupaciones, por ejemplo, si tienes dudas respecto a la situación en el trabajo, o si necesitas algún tipo de apoyo o si es necesario acudir al médico.
• Limita el consumo de noticias a una o dos veces al día, o hacerlo cada tercer día.
• Intenta recuperar tus hábitos, es decir, intenta comer 3 veces al día y cuida tus ocho horas de sueño.
• No consumas sustancias como alcohol, marihuana o café (este último en gran cantidad).
• Utiliza estrategias de relajación o meditación.
• Comienza a tener contacto de manera virtual con las personas de confianza, donde puedas expresar cómo te sientes.
La depresión puede hacerte sentir que no hay salida, pero si la hay, busca poyo en personas cercanas o en un profesional, te podemos ayudar.
• Afronta las principales preocupaciones, por ejemplo, si tienes dudas respecto a la situación en el trabajo, o si necesitas algún tipo de apoyo o si es necesario acudir al médico.
• Limita el consumo de noticias a una o dos veces al día, o hacerlo cada tercer día.
• Intenta recuperar tus hábitos, es decir, intenta comer 3 veces al día y cuida tus ocho horas de sueño.
• No consumas sustancias como alcohol, marihuana o café (este último en gran cantidad).
• Utiliza estrategias de relajación o meditación.
• Comienza a tener contacto de manera virtual con las personas de confianza, donde puedas expresar cómo te sientes.