Frecuentemente hemos escuchado sobre la nueva realidad que tendremos que vivir, que actualmente estamos viviendo. Frente a ella nos hemos tenido que adaptar a diferentes cambios, éstos pueden tener una dimensión de renacimiento y creación. Asimismo, esta situación suele generar aversión y rechazo, por muchas circunstancias como cambio de hábitos en cuanto a alimentación, ejercicio, carga de trabajo o actividades sociales. Todo lo anterior puede llevarnos a exacerbar estados de ánimo desagradables o tener una orientación negativa ante las circunstancias que vivimos.
Por ende, será necesario tener en cuenta el cómo reaccionamos ante las situaciones. Un primer paso será dimensionar la situación como parte de lo posible, es decir, aceptándola, puesto que de lo contrario nos llevará a tener mayor sufrimiento por el hecho de querer que las cosas sean de manera diferente.
Frente a los cambios, podemos reflexionar sobre cómo es nuestra conducta, nuestras emociones y nuestros pensamientos, (lo que hacemos, sentimos y pensamos). Al darnos cuenta de esto, podemos orientarlos hacia nuestras metas y valores, ya que el ser consciente de esto, nos dará la oportunidad de elegir cómo reaccionamos y las conductas que hacemos.
Lo siguiente, es poder identificar la actitud que tenemos ante las situaciones, esto nos ayudará a elegir alternativas para afrontar el cambio. Además, podremos elegir qué es lo que queremos hacer, sin que necesariamente implique tener que hacer un cambio en las circunstancias, por lo que puede ser respecto a cómo afrontamos la situación, lo que hacemos o dejamos de hacer así como la percepción y el sentido que le atribuimos.
Además, ante la sensación de agobio, desorientación o desesperanzapor no cumplir con lo que teníamos planteado, convendrá realizar una lista de lo que para nosotros es importante en diferentes áreas y aspectos de nuestra vida. Posteriormente, deberemos identificar en términos de porcentaje, en ese momento, en dónde nos ubicamos respecto a ese valor. Es decir, qué tanta distancia hay entre esa meta y dónde actualmente me encuentro.
Después, será necesario hacer planes de acción, actividades que me permitan ir acercándome a la meta, para posteriormente, llevarlos a cabo e ir identificando cómo me voy sintiendo durante su aplicación.
Por último, debemos contemplar dos escenarios posibles y si bien, en uno de ellos el miedo en ocasiones nos frenará, si tomamos la opción de no actuar por miedo, tendremos la incomodidad de no haberlo intentado y además seguiremos con la sensación de desesperanza y agobio. Sin embargo si tomamos la opción de actuar, implicará en un principio malestar e incertidumbre, aunque estaremos avanzando. A manera de reflexión, el malestar es inevitable, no obstante, en una opción podremos acercarnos a lo que para nosotros es importante e ir realizando acciones para avanzar y tener contacto con nuestros valores y sentidos de vida.
Por lo que ante esta nueva normalidad, será conveniente que se puedan acercar a un profesional de la salud mental que pueda proporcionar apoyo a continuar a pesar del malestar que se puede experimentar. En Centro Psicológico Cognitivo Conductual, podrás encontrar a profesionales de la salud mental comprometidos con tu bienestar, crecimiento personal y desarrollo humano.